Dos palabras....
Sin embargo, hijo mío... solo dos palabras podrían cambiar la realidad. Dos palabras contienen el poder suficiente para invocar el hechizo más poderoso. Aun sin magia, aun cuando no se necesita estudiar conjuros... dos palabras son capaces de volver el mundo del revés.
...en un simple murmullo...
Y sabrás, hijo mío... que dos palabras son la clave para todo. Contienen los secretos del universo y del caos. Destrucción desmesurada si no se tiene cuidado con esas dos palabras.
...dos palabras...
Ojalá, hijo mío... jamás estés en la dicotomía de decidir el poder de estas dos palabras. Pagarías un precio demasiado elevado. Una condena que ya sufro yo.
...para conquistar el mundo.
Sufriré eternamente por ello.
(El legado del guerrero XVIII)
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