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30 jul 2012

Volver


Volver...

Hijo mío... vislumbro el comienzo de mi camino... esta última noche la paso saboreando una hogaza de pan que me dieron bajo una ventana. Un recuerdo, como muchos otros, agradable... a la par que amargo. Solo unos días me separan de este recuerdo, pero ya veo que mi camino es el correcto.

...volver...

El camino para mi paz interior. No solo por mi, sino por los ojos que me miraron a través de aquella ventana. Una vez más fui en busca de inmortales donde fui uno más; donde la magia me recordó la hermandad que me vincula.

...volver...

No te confundas, hijo mío, estoy tan roto que desearía devastarlo todo. Pero debo alzar de nuevo mi mirada, no sentir que no soy capaz de mirar a alguien a sus ojos. No tengo nada que esconder. Es por ello, que me iré, una vez más... a ese lugar que llaman infierno, al que anhelo regresar.

...volver...

Ya no es un manjar de dioses lo que saboreo, es un sabor amargo. Hijo mío... muy amargo; espero que allí ese sabor se olvide. Me da miedo pensar que se vuelva metálico, tampoco deseo que sea dulce... solo necesito saborear lo que coma, nada más.

...volver... es lo que deseo... volver a no sentir que daño a alguien que me importa. Volver a ese lugar. Volver... volver...

...volver a sentir que el pecho no me oprime.
...volver a respirar sin miedo.
...volver a sentir mis manos sin cadenas que me aten.

...volver.

(El legado del guerrero XXIII)





http://sendaguerrero.blogspot.com/

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