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16 jul 2012

Desde fuera

La puesta de Sol en Sefar; el reino de la guerra. Dos figuras se encuentran bajo un árbol en lo alto de una colina. El que porta el peso de la corona del reino se arrodilla ante el humilde granjero que le ayuda a levantarse con una sonrisa. Un cálido reencuentro de dos viejos amigos. Una botella de vino para tener conversación. Vino de Immert, la verde tierra de agricultores; las mejores bodegas de cualquier territorio.

Ríen y charlan... festejan el encuentro. Recuerdan momentos del pasado. Cuando ya no queda otra cosa de la que hablar; se acuerdan del tercero que falta brindando con ellos.

"¿Cómo está?" - ni siquiera es necesario decir a quien se refiere. Marcus, de la verde tierra de Immert, en ese tono triste y melancólico, solo habla así de él; del cazador de demonios.

"Es un cuerpo vacío; su espíritu se aferra a su alma. Está hastiado de la vida y no puede partir hacia el otro lado..." - responde Jullius de Sefar; entristecido notablemente, tarde o temprano debían hablar de ello.

"¿Vuelve a sentir odio? ¿Ha perdido la humanidad del todo? ¿Ya ha sucedido?"

"Si odiase, la ira le mantendría con nosotros. Está desesperado, le inunda una tristeza descomunal; las flores casi se marchitan a su paso. Sus ojos no engañan la sonrisa vacía que dedica en el mercado cuando va a comprar el pan"

"El universo llora con él..."

"Le he visto llorar, Marcus... he visto como sus ojos se inundaban en lágrimas. En silencio, cuando creía que nadie podía verle."

"Pero... entonces...." - el granjero estupefacto, incrédulo - "¿cómo es posible?"

"Aprendió a ser humano; descubrió lo que es sentir, ahora no es capaz de ignorar sus emociones..." - un nudo en la garganta del rey guerrero - "Tanto tiempo guardadas... se ve superado por ellas..."

"Solo es un hombre; ni siquiera él puede soportar una vida conteniendo emociones para liberarlas de golpe"

"Ha ido en busca de su guardián..." - contundente, el granjero se sobresalta al oírlo.

"Pero..."

"No abrirá la grieta, sé que está haciendo pequeñas incursiones; quiere volver; necesita volver"

"Necesita ocupar su mente" - entendiéndolo todo - "Lo único capaz de hacerle daño... más cerca lo tiene, ¿verdad? Maldito sea el honor que le retiene..."

"No quiere partir... las pocas fuerzas que aun le quedan las usa para no perder la cabeza, para aferrarse a ese recuerdo bajo una ventana. Por eso no vuelve a casa, por eso aun no está loco del todo; porque su corazón no le deja..." - unas lágrimas se escapan.

"A pesar de todo... sigue siendo el cazador, no parará de luchar hasta que la rueda deje de girar y abandone los caminos"

Ambos llorarán este día, ambos compartirán el silencio de la impotencia.

(El legado del guerrero XX, su decadencia)



http://sendaguerrero.blogspot.com/

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