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19 dic 2011

Sentir la tristeza

Un día entero luchando contra un dragón. Esquivar sin cesar su fuego. Romper espadas una tras otra. Un campo de batalla para nosotros solos. Golpearle. Sentir su corazón bajo la armadura que tiene por piel en cada golpe. Sentir la cola que tiene como látigo al volverse contra mí. Sentirme extasiado. Sentir su furia. Y sin embargo... no ser capaz de vencerle.

Noté un aroma en el aire. Alcé mi mano y mi espada cayó en ella. Un pañuelo limpio con el jabón de mi madre. Mi hermana hizo su cometido a la perfección, ya no me llorarán más en las tierras salvajes al norte de Sefar. La espada del cazador otra vez en mis manos, en las manos del cazador de demonios. Esta espada de dos colores es aun más poderosa que la del general; y solo yo puedo controlarla.

Sé combatir, sé pelear... pero estoy aprendiendo aun a controlar mi humanidad. Perdóname, Musa. Aun no entiendo todas las emociones; estás triste aunque no me cuentes por qué. Debo respetarlo. Lucharé por tí, serás un motivo por el que regresar, por el que defender mi propia esencia humana, eres mi musa. Y por eso comparto tu dolor, tu tristeza será la mía. Buscaré la forma de ver ese brillo en tus ojos de nuevo.

Para mi, todo es nuevo y aunque parezca raro, me asusta.

El cazador de demonios.
(La consquista 11)
(Para mi musa, sin duda alguna)






http://sendaguerrero.blogspot.com/

2 comentarios:

Cristina M. Ch. dijo...

Qué palabras más bonitas, querido Mamut. Lo cierto es que no es culpa tuya ni de la humanidad que comienzas a controlar. La "culpa" si es que puede llamarse así, reside no más que en mi propio carácter, que tiende a mantener los sentimientos tristes allá donde pueda controlarlos. Me gusta mantenerlos bajo llave, sólo a mi alcance, hasta que llegue el momento en que pueda exteriorizarlo mediante la escritura y, así, dejar que sane.
Es cuestión de tiempo.

Muchas gracias por estar ahí, ofreciendo tu apoyo.
Gracias, donMa :) y no tengas miedo. No hay que tener miedo de nada en este mundo.

Mamut dijo...

Decía alguien encerrado en mi cabeza: "El tiempo es como un rostro en el agua"

De nada, estamos aquí para eso. A mi me asusta lo que no conozco y no lo puedo evitar.