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17 dic 2011

El dragón de fuego

Se oyen tambores de guerra sin cesar desde hace varios días. Desde la noche de la luna roja. El ejército de Silh ha despertado el mayor poder que puede controlar. Se reunieron todos a un ataque contra la capital controlada por el ejército sin bandera. Vinieron de noche y de noche se defendieron. Los mejores soldados de Sefar y de Immert; los nómadas guerreros del rey Achlys; y el guardián del cazador, la mayor bestia celestial en esta esfera terrenal.

Pudieron defenderse como mejor saben, casi podrían haber vencido. Aun así, estaba siendo duro. De pronto sonaron los tambores en medio de la batalla. Y la luna enrojeció. Los soldados de Silh mantuvieron las posiciones. La espada de Marcus empezó a vibrar, presentía un poder digno de ella. Un poder que nadie podría vencer y que el general juró no volver a liberar en su espada. Sus ojos se llenaron de lágrimas cuando el dragón tomó tierra. Los tambores eran la clave de la llamada. Achlys murió. Su bravura no tenía rival. Dió tiempo a huir a los demás. Solo el guardián no tuvo miedo. Pero tampoco es rival para un dragón de fuego. Ambos pertenecen a esferas distintas.

Silh no desea vencer por la fuerza, desea mermar la voluntad del ejército sin bandera y así lo hacen cada mañana. Se oye un cuerno por la mañana y un emisario se burla de ellos en voz alta:

"Siervos de una espada de dos colores y de un guerrero sin nombre... esta mañana también vengo a ofreceros el desafío del dragón D`varan. ¿Alguien osará enfrentarse hoy a él o seguiréis siendo unos cobardes?"

Marcus, de la verde tierra llamada Immert no puede romper el juramento ni siquiera por su vida. Julius, el rey guerrero de Sefar está furioso, le recuerda el desafío ante el gigante de Azfar. La tumba del rey nómada Achlys aun está reciente. La sonrisa del emisario de Silh desaparece al oírse una voz por todo el campo de batalla:

"Yo acepto el desafío" - un guerrero sonríe. El cazador al fin tiene un rival con el que poder desatar todo su poder - "Cuando acabe con ese dragón, acabad con todos ellos ¿Entendido?"

"Claro, cazador. Lo haremos por el reino de Silh, y por su verdadero rey" - dice el jefe de la ciudadela de Mairs - "Muchachos... El cazador de demonios quiere que venzamos a ese ejército" - Se oye el clamor antes de la batalla.

El guardián corre al trote junto a su cazador, ruge y vuelve a rugir. Con una esperanza.

(La conquista 10)
(Para mi musa, que me inspira a escribir y necesita algo de ánimos)





http://sendaguerrero.blogspot.com/

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