Mairs

Se alza una luna roja en el territorio de Silh. Significa que la sangre que un gran poder despertará este noche, sediento de sangre. Una figura que camina muy distante lo presiente, se para y mira hacia esa dirección. Debe continuar el camino. Está cruzando un puente de cuerda y madera muy antiguo, peligroso. Lleva a un lugar considerado prohibido.

No tarda mucho en llegar a una ciudad. Le miran al llegar, nadie le habla. Camina sin seguridad alguna, le van rodeando hasta llegar a la plaza central donde la fuente y el abrevadero se cruzan. Su rostro tras la capucha no les dice nada. Se sienta cómodamente. Empiezan a brillar los aceros ante la desfachatez del que viene a insultarles sin siquiera tenerles miedo. La voz del invitado frena el ataque:

"Vengo a la ciudad prohibida de Mairs en busca de lealtad para el rey de Silh"

"Silh no tiene rey, el reino lo gobiernan ladrones más sucios que nosotros" - responde una voz anónima

"No" - responde secamente y autoritario - "Me refiero al verdadero rey, al que debéis defender vosotros. Por el que debéis abandonar la seguridad de esta ciudadela"

"¿Y quién eres tú para darnos órdenes gusano miserable?!" - dice una voz cercana a la par que se abalanza sobre él para atacarle.

El golpe se para en seco con una facilidad pasmosa. Sin apenas reaccionar. El visitante da una patada en el estómago para hacerle retroceder y se adelanta para hablar: "Soy el Cazador de demonios, soy el que gobierna las rupturas entre realidades, el que controla el equilibrio entre las esferas y soy quien devolverá al reino de Silh a un rey digno... ¿Portaréis el estandarte del reino junto a mi?"

(La conquista 9)

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