Primera luna

Se alza la luna del cazador para celebrar su regreso sobre el reino de Silh. Enorme resplandece sobre el cielo despejado para iluminar la noche junto a la hoguera. Una invocación muy especial. El abrazo de una amiga elfa hacia aquel que una vez olvidó su rostro.

Antes de seguir deberán sacar un carro del fango. Habrá que descargarlo primero. Con cuidado de no romper nada. De no ensuciar más de lo necesario. Sonreirán sin motivo aparente. Conocerán amigos nuevos que vienen a participar de éste encuentro.

Magia, danzas, música, cuentos,... todo es especial. Tanto que apenas es imperceptible que no todos allí son elfos. Un cazador humano que percibe el tiempo con inmortalidad. Es alegría lo que expresa en su gesto. Es entusiasmo lo que reflejan los brincos del guardián a su alrededor. Sus bramidos muestran que está recuperado completamente. Y más humanos. Eso es lo que reconforta al cazador. Quizá no sean tan poderosos, quizá apenas saben controlar el flujo del agua de un cántaro de cerámica. Pero son dignos de ser invitados por los elfos. Son dignos de ser llamados amigos por el cazador de demonios.

El universo está alegre, al fin.

La fiesta acabará, regresará al campamento recordando a los amigos. Alegría en el corazón. Debe recomponer el reino de Silh antes de volver a su tierra.

(La conquista 1)

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