Ante la luna y encadenado a una pared olvidaste tu nombre. Fuiste un rumor más que una esperanza. Te conocí. Aprendí a apreciarte en la batalla. Ver cómo luchabas por una causa que no sentías tuya. Protegías a tu familia, cumplías con tu deber. Aprendí a llorar por ti, porque nadie te enseñó a hacerlo.
No solo yo. Todos te debemos la vida.
Nunca dudamos en interponernos ante una flecha o una espada. Pero tú eras más rápido. No era necesario. Tú derrotabas monstruos cada vez mayores. Nosotros contemplábamos cómo crecía tu poder. Nunca sentimos la mirada de desprecio que dabas a tus víctimas. Doblegabas cualquier bestia con mirarle. Y sin embargo fuiste capaz de mostrar tu humanidad. Preocuparte por tu hermana, por tu familia. Querías aprender a ser humano aunque no fueses capaz. Lloré por tu familia, lloré por una herrera que nunca debió partir, lloré por un amigo que se arrojó a la grieta para no hacernos daño, me preocupé por una herida que no sanaba nunca. ¿Por qué es tan injusta esta existencia? ¿Por qué te sacrificaste por nosotros? ¿Por qué regresaste? ¿Por qué no descansas en paz?
Aquí te veo una vez más; en la tierra de más allá del mar. Apenas un fugaz fantasma de lo que fuiste una vez. No levantas la mirada del suelo. No reconozco esos ojos inundados de miedo. ¿Qué debo hacer? ¿Encadenarte? ¿Te enseño la espada que ella forjó para mi y por la que nunca regresó? ¿Traigo a tu hermana ante tus ojos? ¿Qué te hará despertar?
No sé qué es lo correcto. Aquí, aunque temeroso, vives en paz. Siempre soñaste con vivir en paz. Tener un oficio, comportarte como uno más. Y ahora que lo tienes. ¿Qué hago? ¿Por qué regresaste de la muerte? Ella sería tu recompensa a tanto dolor ¿Por qué...
¿Por qué no descansas en paz, cazador?
Marcus, de la verde tierra llamada Inmert. Ante el lecho donde dormía el silencioso
(Séptimo cuento del renacer, el recuerdo)
http://sendaguerrero.blogspot.com/
(Séptimo cuento del renacer, el recuerdo)
http://sendaguerrero.blogspot.com/
No hay comentarios:
Publicar un comentario