Recuerdo... la devastación. Una montaña cayendo sobre un ejército de demonios. La grieta cerrada al fin. ¿Es éste el mismo lugar donde caí?
Desde que desperté estoy huyendo... una bestia insaciable me persigue. Puedo sentir su poder, de hecho, es lo único que puedo sentir. Vienen a cazarme. Ahora soy yo la presa. Es la primera vez que huyo, ni siquiera me he planteado girarme y luchar... ¿Éste es el infierno para el cazador? ¿Sufriré la caza eternamente?
Y sin embargo, me hayo en paz. He hecho lo correcto. Libré de demonios la grieta. La canción de cuna de mi madre viene a mi cabeza, me trae calma a pesar de todo. Casi la había olvidado. Casi les había olvidado a todos.
¡Diablos! ¿Cuánto dura aquí la noche? Huyendo como una alimaña, oigo los pasos de mi captor y su sed de sangre... a oscuras.
Algo dentro de mi me dice que debo seguir, que no me rinda. Una esperanza, un rezo. ¿Alguien me llorará?
(El cazador de demonios en su infierno personal)
http://sendaguerrero.blogspot.com/
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1 comentario:
yo también los suelo leer, el tuyo y todos, lo que pasa que no suelo comentar.
Gracias por tu comentario bienvenido, y una curiosidad que tengo que no sé si te pregunté en su día, lees Paulho coelho?
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