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30 jul 2011

La grieta se cierra



Los ejércitos de la tierra libre se unen camino de la Grieta. Atraviesan el desierto deprisa, muy deprisa... los días cuentan atrás para llegar allí. Apenas faltan unos kilómetros para que los soldados de Sefar lleguen... suenan cuernos en la lejanía. Las tropas de la verde tierra llamada Inmert saludan y se les unen. Comandan ahora el Rey Guerrero, Julius de Sefar y el General Marcus de Inmert.

"¿Dónde está el?" - pregunta el general.

"Se separó de nosotros antes del amanecer, ha ido a increpar a los dioses una vez más por su condición" - responde el rey medio bromeando - "Le veremos allí, seguro".

No tardan en llegar. No tardan en dejar los víveres y poner sus armaduras. Espadas, yelmos y escudos. El sonido de la guerra. Forman rápidamente y más deprisa aun establecen posiciones frente a la grieta. La extraña neblina que les rodea es arrastrada por el viento y deja ver que una horda de bestias les estaba esperando. El corazón de los hombres se estremece. Tienen el temor de la incertidumbre.

Cuando a punto están de empezar a luchar, suenan tambores. Marchas de batalla. Un estandarte de un antiguo linaje... el rey Achlys, el nómada del sur. Respetado y temido por su bravura. Un aliado agradable... el peor enemigo.

"Saludo al rey Guerrero y al general Marcus, ruego unir mis fuerzas al ejército sin bandera"
- dice formalmente al acercarse. Sonríe, para él esta lucha es nueva. No conoce a lo que se enfrenta - "Esta vez el rugido ha llegado muy al sur... y no seremos nosotros los que nos achantemos"

"Será un honor, mi mujer agradecerá que guardéis a su esposo, majestad"
-responde Marcus.

"Es la hora... ¡a por ellos!" - responde el rey guerrero.

Suenan las trompetas para anunciar la carga hacia el enemigo... los dos bandos se enfrentan. Con valentía y bravura, con honor. Los hombres se defienden. Algunos caen, otros no. Ninguno huye de temor. Pero todos sienten la fiereza de los demonios. Insaciables de sangre humana, incansables... ¡salvajes! La lucha está equilibrada por ambos bandos... Jamás se habían reunido dos ejércitos semejantes para enfrentarse. Acabarán todos muertos... ninguno habrá que les recuerde...

Un espíritu poderoso se presiente. Poco a poco los demonios dejan de avanzar. Ellos sienten la fuerza del que los caza. Los humanos no son tan sensibles, solo avanzan aprovechando las dudas entre la horda. Desde el flanco del oeste ataca el guardián... contrastan sus colores y su apacible normalidad con la fiera que ahora ataca. Tras él vienen un demonio del Páramo y el cazador. Cruzan la línea aliada... se sumergen literalmente entre el enemigo. Luchan sin piedad, aniquilan sin descanso. Se ordena no avanzar puestos, solo proteger la línea para que ninguno escape.

Él sonríe. Ha dejado libre todo lo que normalmente le contiene. Allí puede desatar todo su poder. Su espada no para de derramar sangre infernal. Los cadáveres se amontonan. Los enemigos huyen despavoridos hacia el único camino posible. De pronto Julius espolea su caballo con fuerza. Marcus le sigue atónito. Ambos comienzan a entender las verdaderas intenciones del cazador. Se sienten frustrados por el engaño. Quizá puedan detenerle a tiempo...

Más que una espada parece un látigo. Un simple tajo hace retroceder a los demonios varios metros. Huyen temerosos hasta la grieta. El cazador se encarga que ninguno escape... él mismo llega hasta dentro y... allí, se gira y sólo ve acercarse dos caballos espoleados por sus jinetes con la desesperación de perder a un amigo. Invoca el poder divino a través de él; hace retraerse a la tierra sobre si. La grieta se empieza a cerrar por fin.

"Sólo puede hacerse desde dentro" - grita para ser oído en el lado humano - "Sabía que no me dejaríais hacerlo, por eso no os dije nada. Cuidad de los míos, cuidad de vosotros mismos. Ha sido un honor luchar y morir a vuestro lado"

Las lágrimas corrieron, no por las mejillas del cazador, si no por las del ejército sin bandera. Un sacrificio. Un alma pura. Una pérdida.

(44ª y última crónica del cazademonios. Sobre el honor de su muerte)
(Dedicado a quienes me pedís que regrese, aun conociendo lo que de verdad deseo)



http://sendaguerrero.blogspot.com/

1 comentario:

DarkJaden dijo...

Este comentario es para las dos últimas entradas publicadas por ti, hasta hoy no he podido leerlas, sorry ^^U

El destino decidido en una sola baza, una guerra en pos de un sino. Los guerreros que van a la luchan, están hermanados por un juramento, crean lazos y se acomodan dónde otros no podrían.

Aqui se ha visto un momento crucial en la historia, de como todas las vivencias pasadas han fortalecido a los personajes y deben llegar a un lugar dónde todo se ponga a prueba. Esto no lo considero un final, si no el principio, sé que entenderás a que me refiero.

Sin más que añadir, salvo que te lo pases bien en tu "retiro espíritual".

Semper Fidelis!

Un abrazo!