Me duele la cabeza... alguien me dio un golpe por la espalda. Oscuro, no veo nada... este olor, me resulta familiar. ¿Pero qué..??!! ¡Grilletes en mis manos! Estoy encadenado a a la pared. Maldita sea.
No puede ser que esté aquí de nuevo... ¿todo lo demás ha sido un sueño? La guerra, el guardián, el general y el rey... ¿todo estaba en mi cabeza? ¿todo por un golpe? Un destello a unos metros... dos ojos me miran. Se convierte en cuatro... parece que están detrás de una reja. Más destellos, más ojos. Algún gruñido... son perros. Este era el olor... miro hacia arriba... no hay luna... estoy en un foso. Alguna sombra quiere comprobar que sigo encadenado, que no escaparé.
Apenas intento no recordar qué me ha traído aquí, quién me ha traicionado... imposible... demasiado odio le guardo. La noche será larga... dejarán salir a los perros para ir a por mi...
Sé qué viene ahora... en mi sueño lo recordé durante demasiados años... despertará algo dentro de mi que será capaz de romper este metal. Empezaré por los perros, escaparé... fuera desataré toda la furia hacia un ser de la otra esfera... mañana no existirá este pueblo. Regresaré a mi casa, y mi hermana me verá cubierto de sangre. Me iré en el siguiente amanecer... olvidaré mi nombre.
Y despertarás Cazador... despertarás a pesar de recordar esta pesadilla una vez más... lamentablemente, todo pasó... y gracias a eso... te pude conocer. Tienes miedo de volver a ese foso, es normal, duerme tranquilo, porque no es real.
Es verdad, gracias a eso nos conocimos Marcus, gracias por escucharme una vez más.
(32º crónica del Cazademonios, sobre su peor pesadilla)
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