De aspecto desaliñado, sin pensarlo se mete en medio. Se agacha y los separa por la fuerza agarrando a cada uno por el cuello. Algún arañazo, algún diente muy cerca de sus brazos. Los perros quieren seguir la pelea; ignoran a quien les separa. De lo más profundo de su interior saca una fuerza que nadie conocía en este extranjero. Casi parece sacar los dientes también. Su mirada se vuelve agresiva, desea acabar con sus vidas. Empieza a ahogar ambos cuellos... ha desatado su verdadera esencia. Se alza con ambos perros... les empieza a faltar el aire. Han dejado de moverse hace un poco. Los deja caer al suelo. El golpe les reanima y salen corriendo a lamer sus heridas.
El extranjero vuelve a su calma. Se marcha con el mismo aspecto de vagabundo. Muchos no creían que él realmente es el cazademonios. Ahora están seguros. Le miran con miedo. Saben que unos perros no son nada comparado con lo que es capaz de hacer. Busca un lugar apartado para echarse. Y allí, acostado de cara a la pared de una casa la imagen de su hermana se le aparece para darle un beso en la mejilla. Su gesto cambia... se relaja. Duerme a pesar de tanto dolor.
(Vigésimo cuarta crónica del cazademonios)
(A quien me sigue acompañando a pesar de la oscuridad)
http://sendaguerrero.blogspot.com/
(A quien me sigue acompañando a pesar de la oscuridad)
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2 comentarios:
He estado sin internet y lamentando muchísimo no poder leer lo nuevo que escribias :(
pobre cazademonios cuth, lo pienso siempre que te leo. Ojalá aparezca alguien más que le haga sentir bien. De verdad.
un besazo :)
Por tus visitas sabes que siempre te doy las gracias y por los comentarios aun más.
Por lo del cazademonios... la verdad es que no sé qué decirte.
Sorry.
Besos pa ti.
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