El amanecer del tercer día llega. Hemos cruzado la región en tiempo récord. Ignoro cuán lejos está el batallón de la Guardia del rey. Apenas hemos acabado de desayunar e iniciado la marcha percibo un ataque no muy lejos. Apresuramos la marcha... encontramos la caravana.
Desatamos la furia de mi espada y de mi Guardián, si he dicho mi Guardián. No hay monstruos demasiado poderosos. No es fácil invocar una rotura del portal para ellos. Pero los pequeños... éstos vienen en masa. Atacan indiscriminadamente; rompemos su linea fácilmente, contener un golpe del Guardián es imposible si corre al galope. Hacemos formar rápidamente un círculo para defendernos entre todos. Reconocen mi espada, tiemblan ante la bestia. Los demonios caen rápidamente, pero son muchos. No es fácil mantener una formación circular con tantos enemigos. Mi atención recae sobre una joven mujer. Pelea con dos cimitarras, ligeras y eficaces. Sus enemigos caen rápidamente. Podría ser mejor que yo. Sus ojos no muestran piedad alguna. Este día han acabado los ataques. Pero vendrán más. Aquel que guía a los monstruos, sabe dónde atacar al ejército sin bandera.
Pasan los dias y nos siguen atacando. Inconscientemente me acerco a proteger a la herrera. He visto las armas que guarda en su carreta. Se parecen mucho a la espada de Marcus. Me siento extraño junto a ella. Mi ánimo ha cambiado. Ya no siento el irrefrenable deseo de acabar con todo enemigo. Ahora solo quiero defender la caravana, defenderla a ella. Es la única a la que permito llamarme por mi nombre, aquel que negué al salir de casa. No tengo otra opción, ni siquiera me molesta que lo haga. Dice que la palabra cazador no es digna de ser un nombre para mi. Yo ya estoy acostumbrado.
Casi una semana después en la mañana oímos un cuerno de guerra. El rey Julius nos ha encontrado. Ahora será más fácil llegar hasta el ejército. Noto sorna en él. Sus bromas rozan la grosería. Antaño me habría ido, incluso me habría costado contener mi espada. Ahora me da igual, mi cabeza solo tiene un pensamiento: una joven y hermosa descendiente del Sol; aunque no sepa lo que eso significa.
Sólo sé que dormir ahora es más fácil.
(Décima crónica del cazademonios, sobre la verdadera paz de su alma)
(Para mi propia artesana, forjadora de ilusiones)
http://sendaguerrero.blogspot.com/
(Para mi propia artesana, forjadora de ilusiones)
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3 comentarios:
Hola, cada día me sorprendes con tus escritos (entro siempre a leerte, algunas veces me voy pensando en cada palabra y no llego a responderte). El vídeo es genial y te lo robo. Espero que estés bien, cuídate!!
Besos
Estoy lo suficientemente bien como para tener buenas noticias que contarte. Ata cabos con todo lo que lees. :-)
Un beso para ti y espero que tú también estes bien
Jeje, creo qué has encontrado a tu estrella y me alegra muchísimo...
Besitos
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