Ironías del destino... forjé una espada sin estar la mía dañada. Le enseñé a prever las grietas entre realidades. A ver más allá de esta esfera. Entrenaba a un cazador de demonios; jamás se había dado el caso antes. Los cazadores nacen con sus poderes, aprenden solos desde pequeños a controlarlos. ¿Por qué hube de preparar al mundo para un segundo cazador vivo?Hijo mío... mi sueño sigues siendo tú. Porque tenerte implicará haber encontrado la paz. La paz que anhelo reside en la espada que he forjado y las manos que la empuñan. Encontré alguien igual a mi; digna de llamarse mi amiga sin haber combatido antes a mi lado o bajo mi mando. Solo ella podría soportar el peso de una espada como la mía...
Al fin... me he dado cuenta; compartí el poder del cazador para que matase a la peor bestia que nunca podría derrotar yo solo; El demonio que vive en mi interior, ella lo ha vencido y doblegado. Ese fue su destino, para eso le entrené inconscientemente; para hacer lo que yo no sería capaz por mí mismo.
Solo un amigo de verdad, digno de confianza, alguien como ella... Nadie se atrevería a levantar un arma contra mi; excepto quien sabe que está a salvo.
(El legado del guerrero XVIII)
http://sendaguerrero.blogspot.com.es/
No hay comentarios:
Publicar un comentario