Emociones y sueños

Yllia, guardiana de la ira. Aun sin ser el rey Guerrero de Sefar vienes a hablarme, no merezco este honor. Y aun así, sabiendo qué vienes a ofrecerme, y sabiendo mi respuesta... No has visto nada aun...

No me hace falta, veo tus ojos cuando la miras, veo tu impotencia cuando me hablas, las heridas de tus manos reflejando el corazón y la respiración de tu pecho ante la imagen de la desesperación. Créeme, lo he visto.

Soy un libro abierto ante ti, guardiana... has conseguido estremecerme, lloraría, si fuese capaz. Siento que estoy perdiendo la cabeza.

Es así, la perderás más aun.

Ver sueños volar delante de mi sin poderlos atrapar porque son meras ilusiones y no poder odiar, porque he olvidado cómo se hace.

Sé como te sientes, puedo saber qué esta pensando cada célula de tu cuerpo, pasando de la mas absoluta pasión soñadora a la realidad mas aplastante y desesperanzadora.

Lo tengo asumido, he asumido mi vacío. Incluso comparando que este vacío es nuevo, diferente. Quizá olvidar me ayudase, pero no quiero, reniego de este acto que ni siquiera he cometido. ¿Sabes por qué? Porque no puedo utilizar mi furia para sobrevivir.

Ella es la guardiana de mis emociones y de mis sueños; aun en forma humana, es una de vosotras. Me transmite una paz que no encontraré jamás de otra forma. Inspira en mi lo que pensé que no tenía.

Ella es mi musa. Ella es única... ¿Cómo podré contarle esto a mi hijo?

(El legado del guerrero X)

(Para mis dos guardianas, las más valiosas de todas)

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