El sitio secreto

El cazador camina. La luna a su espalda. El guardián junto a él. El sol y la luna se alternan cada día. Camina sin cesar. Lleva un rumbo claro: unas instrucciones precisas. Un lugar donde liberarse. Empezó a caminar con la primera luna llena de Enero. Ahora la luna cada vez es más pequeña, se prepara para recordar la noche de luna nueva.

La noche que nació la bestia que él contiene cada vez que lucha.

Marcus de Immert le dijo:

Debes seguir seguir la ruta que siguen los mineros. Cuando ellos paren tú caminarás aun más y subirás la montaña. Saldrás del camino para buscar el templo de los dioses a los que ya nadie reza. Saluda a su vigía, dale algo de comer y agradece su trabajo. Sigue tu camino y verás pastar más vacas de las que hayas contado en tu vida en la tierra de Silh o en las montañas del Norte. Entonces descubrirás el verdadero esplendor de la tierra de Immert. Cuando encuentres un collado con una madriguera de conejos hecha de piedra por cazadores.... allí debes salir del camino. Cruza por la maleza. Vigila tus pies, el barranco es traicionero. Allí tienes agua y plantas aromáticas, podrás bañarte. Estarás en paz.

Cazador, amigo mío. Regresa, sea como sea, regresa.

Ambos se miraron a modo de despedida, uno apenas contiene las lágrimas que el otro no es capaz de expresar. El otro está furioso una vez más. Esbozó una sonrisa, una forma de decirle: Volveré, general.

Un ritual comenzará pronto.

(Crónicas de la liberación 1)

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