Contador de visitas

8 ene 2012

¡Demonios!

Una muchacha sale como cualquier día de su casa. Una cesta de mimbre para ir al mercado. Traerá pan y fruta. Algunas verduras. Cosas para la casa. Se despide de su madre con la habitual sonrisa. Su padre está al fondo de la casa, absorto en los quehaceres de un artesano. Ella se gira de espaldas para cerrar la puerta y siente algo. Un escalofrío que le recorre el cuerpo entero. Esa sensación que le han enseñado a identificar hacer poco. Se gira muy despacio. La calle esta inusualmente vacía para éstas horas de la mañana. Sus ojos se abren como platos cuando ante ella se abren diversas rupturas de la realidad dejando salir demonios hacia el lado humano. Gruñen. Están sedientos de la sangre de esta mujer. Le acechan aun cuando es evidente que está paralizada de miedo e indefensa.

Unos instantes de duda. Se establece la jerarquía de quién atacará primero. Quién se alimentará antes. La miran fijamente. Ella ha podido preverlos, pero no esquivarlos. No abrirá la puerta de su casa. Su madre y su padre deberán estar a salvo.

De pronto la oscuridad les rodea, los demonios sienten un poder sobre ellos. Gruñen, no saben hacer otra cosa. Rugen levemente. Aquel que les caza ha venido a por ellos. Está furioso. Han osado atacar a su musa abiertamente. No es casualidad. Algo les ha mandado allí. Eso le enfurece aun más. La voluntad del cazador es muy oscura ahora mismo. Él camina en linea recta hacia ella. Las bestias tratan de rodearle. Golpea al primero con su mano desnuda, un sonido hueco. El segundo por la espalda; el guardián le despedaza con fiereza. Y así van cayendo todos hasta que llega a ella.

"Lo siento, he llegado tarde, espero que estés bien" - son las palabras que le dice. Él siempre le protegerá por encima de todo.

(La conquista 17)





http://sendaguerrero.blogspot.com/

2 comentarios:

Cristina M. Ch. dijo...

Demonios interiores, acechantes en las sombras más oscuras que esperan la oportunidad para salir. Demonios enviados al camino de manera premeditada que son siempre previstos pero nunca deberían ser esquivados... o quizás te persigan el resto de tus días. Y aunque llegues "tarde", lo cierto es que hay demonios personales que han de ser lidiados por uno mismo, para que puedan ser completamente destruidos.
Un post lleno de simbolismo que representa un día especialmente difícil.

Gracias DonMa :)

Mamut dijo...

De nada, mi Musa. Recorriendo el mismo sendero, debemos sortear los mismos baches aunque el esfuerzo sea de cada uno.

Sin embargo saber que vamos juntos, ayuda a veces.