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13 dic 2011

El rey guerrero de Sefar

Soy Julius de Sefar, el primer Rey Guerrero que ha luchado contra el mismo reino que ahora gobierna. Tomadme por loco, pero oigo sus voces. Como rey del antiguo linaje puedo sentir las guardianas de las virtudes del mundo para ayudarme a ser un mejor rey. Se perdieron sus voces durante la época de las grandes guerras, hace cientos de años, hasta regresar a mi, el mercenario desterrado.

Fui la contradicción de la espada. Por negarme a luchar me condenaron a matar a un gigante. Por no matar a Marcus de Immert debería servirle en el ejército sin bandera. Quizá soy el único capaz de vencer al cazador de demonios en el arte de la espada, y sin embargo soy el único en quien él confía para abrir su corazón cuando tiene dudas.

Muchas veces observo la luna. Recuerdo cuantas veces hablé a Yllia, guardiana de mi ira, para templar mi ánimo. Recuerdo como la misma luna es la que a tantas de mis guardianas me ayuda a hablar. Voces e imágenes, llamadme loco, no me importa. Hoy creí ver el espíritu de mi padre. ¿Aun siento rencor por él? ¿O ya perdoné que no me dejara ver a mi madre? Quizá si... pero es cierto que el recuerdo sigue siendo doloroso.

Julius, Rey Guerrero de Sefar, ante la luna llena.
(La conquista 8)






http://sendaguerrero.blogspot.com/

2 comentarios:

Cristina M. Ch. dijo...

Sea mediante guardianes de las virtudes del mundo o mediante una lucha/búsqueda interior constante, la mejora como persona siempre es aconsejable y buena para el espíritu.

Y sea lo que sea que te trae malos recuerdos, déjalo atrás, si mantenerlo en tu memoria sólo puede causar dolor.
Mucha suerte, cazador de demonios. Y, como siempre, te mando un beso desde no tan lejos.

(A veces, me gusta ponerme filosófica, este post no era más que la excusa).

Mamut dijo...

¿Necesitas una excusa? Yo no creo en las coincidencias. Cosas del Zen.

Los malos recuerdos sirven para no volver a cometer determinados errores, aunque duelan.

Y como siempre, un beso desde tan cerca.