Contador de visitas

7 nov 2010

Acompañar

Desterrado por aquellos que protejo hasta que mi cuerpo sane completamente. No pueden arriesgarse a que vuelva a dolerme tanto. Esta maldita herida... Me han enviado a un pequeño pueblo. Más allá del desierto... por las rutas de mercancías. Un sitio en paz. Pero demasiado pequeño para mi.


Me han separado del Guardián. Él debe proteger lo que yo no puedo.

Aquí hay gente de paz. Me tratan bien. Hacen lo posible por cuidarme. Mi costado sigue doliendo. Me estoy desesperando de no poder hacer lo que quiero... pero me aterra hacer daño a quien no lo merece. Esta compañía me hace ver la vida cotidiana, lejos de la batalla... pienso en otras cosas.

(Vigésimo tercera crónica del cazademonios)
(Para mi acompañante, por no dejarme solo; para animarte)




http://sendaguerrero.blogspot.com/

4 comentarios:

maría dijo...

no puedo imaginarme al cazademonios y al guardián separados, no tienen sentido el uno sin el otro.

un beso, espero que vayas a mejor

Cronista dijo...

Pero uno debe hacer el trabajo que el otro no puede. Es cuestión de responsabilidad.

Gracias pequeña.

Naiara dijo...

desconocia tu interes por el ocultismo, mola

Cronista dijo...

Noe... hay muchas cosas de mi que no conoces. Será un placer mostrarte lo que quieras saber ;-)

Sin embargo esto no es ocultismo, para mi que éstas son historias fantásticas. Poco más. Creo... :-P