Ante la inminente llegada de la guerra. El más poderoso espíritu fue enviado al mundo de los hombres. Él era el protector por antonomasia, él es el guardián. Debía proteger el espíritu que guarda la vida y la muerte; cuya esencia nacía y renacía una y otra vez en un alma mortal. Capaz de ver las brechas entre realidades. Con poder suficiente para decidir el destino de cualquiera. Inocente para ser débil.
Así es como ambos espíritus se convirtieron en cazador y guardián. Generación tras generación. Siempre guiados por las estrellas bajo el mismo destino: Encontrarse.
(Vigésimo segunda crónica del cazademonios. Su leyenda)
http://sendaguerrero.blogspot.com/
2 comentarios:
qué solemne
demasiado para mí hoy, que estoy en modo realista-pesimista, pero no digo que no mole.
beso :)
Gracias pero... ya hablaremos.
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