Es momento de rehacer las filas para afrontar el siguiente ataque. Curiosamente los demonios parecen organizarse también; están... son... ¿demasiados? ¿Una gran batida para doblegar a los humanos por fin? El general da la orden de cargar contra el enemigo... ambas lineas van a encontrarse a pesar de la desventaja humana. El coraje es lo único que les queda, la firme decisión de afrontar la muerte con honor en lugar de huir como cobardes.

Un rayo hizo estruendo detrás de las líneas demoníacas. Demasiado cerca... demasiada casualidad. Se paraliza la carga de cada bando. El sol desaparece del cielo, las nubes comienzan a cubrirlo todo; empieza a llover. Rayos y truenos rugen desde el cielo. Responden a una llamada, no pueden más que obedecer una voluntad. Aquel que ha entendido por fin su verdadera naturaleza camina despacio. Su sarcástica sonrisa es doble. Regresa al mundo de los hombres y tiene la oportunidad de salvar a sus camaradas en apuros. Arrastra una espada, conocida y temida por muchos a ambos lados de la grieta. Una empuñadura demasido peculiar para pasar desapercibida. Junto a él camina un panda gigante, su guardián. Su pelaje desaliñado refleja lo duro de ese tiempo en el infierno. Sus ojos furiosos y sus colmillos bien fuera contrastan con la sádica expresión de felicidad que muestra el cazador.

Los demonios giran sobre si ignorando al ejército. El ejército, estupefacto, no recibe órdenes de ningún tipo. El muchacho se detiene y sigue sonriendo. Disfruta con el miedo que provoca entre los monstruos, interesante paradoja. El brazo que sostiene la espada se tensa muy despacio. La empuñadura cruje levemente ante la mano. Un simple pero rápido movimiento para colocar la espada sobre su hombro levanta un vendaval que corta las nubes y hace que el sol penetre de nuevo en el campo de batalla durante unos segundos. Dos ejércitos guardan silencio por un solo hombre. Aun bajo la lluvia de su ánimo su voz retumba en todo el campo de batalla:
"Reclamo esta batalla en nombre del Cazador de Demonios. No habrá más derramamiento de sangre en este día" - Todos esperaban otro discurso, pero la sonrisa cambió para mostrar una oscuridad jamás vista en humanos.
La horda de demonios se retiró cabizbaja. Tuvieron que pasar cerca de él, aquel descomunal ejército de bestias temía a un solo ser al que no se acercaron para volver a la grieta. Tras ellos, el ejército sin bandera se acerca despacio y en silencio. A la cabeza el rey Julius, del reino de la Guerra, Sefar; y el general Marcus, de la verde tierra llamada Immert. La mirada del Cazador se torna triste y humana; no puede llorar, no sabe hacerlo por tristeza; pero se adelanta para abrazar a ambos. Su espada regresa a la vaina, el rugido del Guardián hace que las nubes se vayan y el Sol regrese. Un gríto de vítores por el cazador.
"He peleado en soledad contra ellos" - dice con voz temblorosa - "No volveré a negar mi verdadera naturaleza, la oscuridad que guarda mi alma. Pero he aprendido a mantenerla bajo control"
"Sin embargo..." - el rey interviene para preguntar - "¿Estas mejor cazador?"
"No lo sé, allí es como si no fuese el cazador. Tanto demonio cerca, allí me he sentido humano de verdad. Encontré la calma necesaria para oir el viento y disfrutar del aroma. Me ha costado volver, me ha costado mucho más que cuando tuve que contenerme para no dejar marchar a la herrera. Me vísteis, sabeis de lo que hablo. Habría arrasado todo en mi camino para llegar a ella." - una leve pausa, un pequeño nudo en la garganta - "Ahora ni siquiera deseo que regrese ni se cruce de nuevo conmigo. Buscaré el camino de mi propia senda... por y para mi. Sin más."
Atónitos los ojos de quienes oían tantas palabras de un ser que acostumbraba a ser silencioso. El Guardián se acercó a él y le dió ánimos con un roce de su enorme cabeza.
El humilde granjero llamado Marcus tan solo le dijo: "Ni mejor, ni peor... ahora eres diferente. Bienvenido amigo mio" - mientras le volvía a abrazar entre lágrimas.
(Decimotercera crónica del cazademonios, sobre su regreso y alma)
(Dedicado a quienes confiaban en que regresaría, dedicado a quien me hizo marchar)
http://sendaguerrero.blogspot.com/
(Dedicado a quienes confiaban en que regresaría, dedicado a quien me hizo marchar)
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3 comentarios:
Cuth, tu nueva entrada dice mucho.. aparte de ser buenísima, como siempre. Será por el panda. Un beso, hermano mayor :)
Nunca se fue...
Krtsh, mi pequeña dama, gracias por tus palabras y gracias en general, por ser como eres.
Xarien, ¿crees que no se fué? Todos parecieron extrañar al cazador.
A las dos, un beso enorme.
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