
Jamás sentí algo así. Sé por qué sufro, sé que podría evitarlo. Pero no quiero, aunque me escude en una promesa, aunque mi honor quedase en entredicho, no quiero dar el paso. No está entre mis opciones.
Hasta mi último exhalar... hasta que mis ojos no vuelvan a abrirse. Ni aun cuando pierda del todo la esperanza en la humanidad. Seguiré adelante con este dolor; aunque me cueste mi propia vida. Es mi decisión, de nadie más.
Nadie me entenderá, ni siquiera un hijo no-nato; ni siquiera un amigo.
Moriré solo y desgastado. Moriré siendo un recuerdo.
(El legado del guerrero XII)
http://sendaguerrero.blogspot.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario