Invocar la magia

Alguien que camina se detiene. Observa el lugar atentamente; las huellas de un carro hundido hace meses, parece haber pasado ya una eternidad desde entonces. Sus propias huellas están allí, secadas ante el sol y la falta de lluvia. Su guardián llega segundos después de él. Olisquea las huellas en busca de algo familiar; siente el estado de ánimo de su cazador. Una sonrisa contenida, alegría.

Camina algo más antes de caer la noche. Es noche de magia. Él deberá comportarse como el cazador de demonios que es. Su corazón le dicta otras normas que contendrá mientras pueda. Acaricia la cabeza de su fiel guardián. El oso le responde con un bramido de comprensión.

Pasarán la noche en compañía de ajenos al tiempo. Sentirán el honor que los elfos les conceden a ambos. Pensarán en la traición por parte de uno hace meses, desde aquel carro atrapado en el barro. Sin embargo no dejarán que se estropee la velada, la magia vendrá una vez más. Los espíritus serán invocados, el ritual será en honor a la amistad.

Una noche más, como otra cualquiera, sin dormir. No tiene sueño, no ha apartado de su cabeza un único pensamiento. Ha estado conteniéndolo toda la noche. Al final de la noche, cuando nadie le ve... desata sus pensamientos. Sonríe con verdadera alegría, pues en la intimidad previa del amanecer, su secreto está a salvo.

Solo deseaba estar bajo "su" ventana.

(Crónicas de la liberación 4)

http://sendaguerrero.blogspot.com/